Hoy me he encontrado con un este vídeo y la verdad, me ha hecho pensar... Pensar si lo que hago realmente me gusta, si siento pasión por mi trabajo. Y la respuesta ha sido SI. Me encanta mi profesión, me encanta estrujarme los sesos para sacar nuevas ideas para una campaña de publicidad o pensar en como atraer nuevos clientes cuando parece que todo está inventado ya y que la competencia es tan feroz que jamás conseguirás fidelizar a tus clientes. Me encanta hacerlo y ver los resultados que puede tener, el éxito de la campaña o el desastre, con el que también aprendes.
Creo que todo el mundo debería hacer con pasión lo que haga, pues aunque sea un tópico, vas a tener que ir a trabajar te guste o no, ¿no es mucho más reconfortante hacerlo con pasión?
Pero hoy me atrevo a ir más allá y os lanzo a todos una pregunta ¿transmiten las empresas su marca con pasión? Y es que no suele ser habitual encontrar la palabra "pasión" en las estrategias de marketing. Normalmente, este concepto suele venir más asociado a claims de campaña publicitarias y a planteamientos creativos.
Creo que todo el mundo debería hacer con pasión lo que haga, pues aunque sea un tópico, vas a tener que ir a trabajar te guste o no, ¿no es mucho más reconfortante hacerlo con pasión?
Pero hoy me atrevo a ir más allá y os lanzo a todos una pregunta ¿transmiten las empresas su marca con pasión? Y es que no suele ser habitual encontrar la palabra "pasión" en las estrategias de marketing. Normalmente, este concepto suele venir más asociado a claims de campaña publicitarias y a planteamientos creativos.
Ahora bien, no nos equivoquemos, porque a pesar de su apariencia de simple recurso publicitario, la "pasión" es uno de los valores intrínsecos sobre los que debería asentarse toda campaña de comunicación que se precie. Y, por supuesto, también toda estrategia de marketing. Una vez más, se trata de convencer a tus clientes de que elegir tu marca, frente a todas las opciones que pueden encontrar hoy en día en el mercado, es, sin duda, la mejor opción. Pero no tienes que convencerlo únicamente de que realicen esa primera elección, si no que, una vez conseguido ese primer paso, tienes que conseguir su fidelidad a tu marca, posicionarte en la mente de ese consumidor como su marca predilecta. Y eso se consigue transmitiendo tus valores con pasión.
Una pasión entendida como eje que moviliza la misión de una empresa y que inunda a raudales su visión, hasta configurarse como santo y seña de la identidad de una marca y de sus valores diferenciales.
Una pasión que identifica y singulariza a aquellos que en su día decidieron lanzarse al vacío de emprender un proyecto y defenderlo con uñas y dientes.
En definitiva, a la hora de definir una estrategia de comunicación, si no hay pasión... mejor, no lo hagas.
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